jueves, 25 de noviembre de 2010

Aprender, olvidar, aprender.

La vida hasta ahora me ha enseñado mucho, de no ser así, creo que seria un desperdicio; pero el punto es que, hay ocasiones que pareciera curso intensivo, esto a causa de que se nos juntan varios temas a un tiempo, si ya se que, bien se puede reducir a uno solo muchas de las veces, sin embargo es hasta después, que logramos darnos cuenta de ello.


Hace días, el 17 de noviembre para ser exactos, murió un tío, esto a causa del pan de cada día que estamos viviendo, la inseguridad. Él fue, a mi percepción, un Hombre. Malo, bueno o neutral, un Hombre, aprendí de él cosas bastantes significativas, me enseño a pescar, literalmente, parte del valor del trabajo, pues mi padre también me ha enseñado parte de eso. Me mostró lo noble que es la tierra, pues fue un hombre de campo, que la naturaleza de la tierra esta en las mujeres, pues si se les tiene bien atendidas, en su tiempo darán sus frutos, que, hay que ser pacientes y no apresurar los ciclos, hay que sudar para ganar.Su partida nos dejo a muchos con enojo, pues nos lo arrebataron, yo llegue a  pensar en él como un personaje de mi historia de vida, el cual iba ha estar en ella hasta muy viejo. Lo llegue a ver como alguien que nos iba enseñar por mucho tiempo, que su consejo estaría presente a lo largo de mi historia, pero como se dice, el hubiera no existe. Lastima por esta historia concluida tan intempestivamente, siendo mi tío la clase de hombre que fue, se que hubiese sido una historia extraordinaria.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Era se una vez...

Y, así, inicia esto que se puede etiquetar como un punto de vista más de este reducto de espacio-tiempo que me toca vivir. Va para quien encuentre, todo esto, útil de cualquier manera, sea como un ejemplo de lo insípido que ofrece muchas veces la vida, sea como advertencia de a donde te diriges de no tener un futuro "asegurado", de lo fácil que se consume el tiempo en simplezas y nimiedades, y que mejor, como algo constructivo para una vida, sea la propia o la ajena.